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Este Centro de Derechos Humanos tiene conocimiento, por parte del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, de que el defensor de derechos humanos Raymundo Ramos Vázquez sufrió una agresión por parte de elementos militares en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado 26 de octubre por la madrugada.
Según refiere el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, presidido por el propio licenciado Raymundo Ramos, el pasado día martes 26 de octubre de 2010 fueron avisados por la señora Blanca Isela Olivares Álvarez de que su esposo Armando Francisco González, de 20 años de edad, se encontraba gravemente herido a causa de un ataque con armas de fuego de presuntos miembros del ejército en una de las calles de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Armando Francisco, originario del estado de California, en los Estados Unidos de América, no fue atendido por los militares, a pesar de que tenía una grave herida en la cabeza, que le provocó, según lo referido por el Comité, pérdida de masa encefálica. El joven, quien aún lucha por su vida, no fue atendido correctamente ni en el lugar de los hechos ni en los hospitales a los que fue llevado.
Tras estos acontecimientos y ante la negativa de las autoridades militares de permitirle ver a su esposo, la señora Blanca Isela Olivares Álvarez acudió al Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, organización no gubernamental sin fines de lucro que apoya casos en los que se presentan violaciones a los derechos humanos. Raymundo Ramos acudió al Hospital General de Nuevo Laredo, donde se encontraba Armando Francisco.
Mientras el joven Armando Francisco se encontraba en la sala de urgencias del Hospital General, elementos del ejército custodiaban el lugar e impedían que fuera trasladado a otro centro sanitario con el fin de sanar sus heridas a manos de médicos especialistas.
Mientras los familiares solicitaban a los médicos del hospital que Armando fuera trasladado a otro centro de salud, un elemento del ejército, aparentemente con grado de capitán (quien nunca se descubrió el rostro y se negó a proporcionar alguna identificación), se dirigió al defensor de derechos humanos Raymundo Ramos y le pidió una identificación:
– “¿Quién le llamó a usted? ¿Por qué está aquí? ¿Ustedes están conectados? ¿Usted trabaja para ellos? ¿Usted los protege?”
Inmediatamente el oficial del ejército se retiró de la sala de urgencias diciendo en tono irónico que “el país le agradece su trabajo”. Testimonian este incidente alrededor de quince familiares de pacientes internados en ese lugar.
Según lo referido por el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, regularmente los militares no portan identificación visible, se cubren el rostro con pasamontañas y cuando se les pide que se identifiquen responden que no tienen por qué hacerlo, que ellos son la «autoridad» o que, en algunos casos, “no están autorizados”.
Se afirma que al militar se le respondió de manera respetuosa, que la señora Blanca Isela Olivares Álvarez había solicitado la intervención del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo desde el momento en que le negaron ver a su esposo, cuando se encontraba tirado en el piso de la avenida César López de Lara y Pachuca, a un costado de la camioneta que conducía, y gritaba que le brindaran auxilio porque estaba sangrando de la cabeza.
Sin embargo al militar, cuya única característica visible es que portaba un arma de fuego tipo escuadra de color plateado o con cachas grabadas en plata, también se le cuestionó que si se trataba de una acusación oficial y que en todo caso la presentara ante las autoridades correspondientes y no tomara la ley en sus manos.
Otros episodios de hostigamiento al Comité
Según refiere el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, en otra denuncia presentada ante el propio Comité el viernes 3 de septiembre, cuando un grupo de militares allanó un domicilio en la colonia La Joya y detuvo de manera injustificada a un padre de familia que al momento del operativo se dirigía a su domicilio, la esposa del detenido fue testigo del arresto injustificado y solicitó la presencia del defensor Raymundo Ramos. Ella afirmó que los militares golpeaban a su esposo en el patio de una vivienda ubicada en las calles 15 de junio y 2 de abril.
Al llegar a dicho lugar el defensor Raymundo Ramos observó a un hombre desnudo y esposado, con la cabeza cubierta con una bolsa de plástico. Cuando el licenciado Ramos se presentó ante los militares para pedir información sobre este arresto, un oficial que estaba al mando respondió que “no podían dar información, que fuera al Cuartel Militar para presentar la queja”, e inmediatamente ordenó que le tomaran fotografías,lo que es totalmente arbitrario y violatorio de sus garantías individuales.
“Vamos a llamar a mi General para ver si usted trabaja en Derechos Humanos”, dijo el oficial a cargo del operativo, para después liberar al padre de familia que minutos antes había sido arrestado. Éste, tras contar al licenciado Raymundo Ramos la forma en que lo golpearon, no quiso presentar una denuncia por miedo a represalias de los militares.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo ha dado apoyo y seguimiento a la denuncia penal y pública que se hizo contra elementos del ejército tras el el asesinato de los niños Martín y Brayan Almanza Salazar, ocurrido el pasado 3 de abril en la carretera ribereña Nuevo Laredo-Reynosa, en el tramo Ciudad Mier-Miguel Alemán.
Sobre el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo es una asociación civil. fundada en agosto de 1997 en Nuevo Laredo. Recibe denuncias que no se limitan a quejas en contra de la Sedena, sino a quejas contra otras autoridades y dependencias del gobierno cuando funcionarios públicos cometen violaciones de derechos humanos.
La presencia militar en Nuevo Laredo en los últimos años ha ocasionado el aumento de las denuncias de violaciones de derechos humanos. Desde enero de 2010 hay 80 denuncias, aunque la mayoría de los afectados se abstiene de presentar una denuncia formal por temor a represalias.
Los militares asignados a Nuevo Laredo pertenecen al Primer Regimiento de Caballería.
Por todo lo anterior y en atención al importante trabajo que realiza el defensor de derechos humanos Raymundo Ramos Vázquez así como el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, solicitamos respetuosamente las siguientes acciones urgentes:
- Que cese todo acto de hostigamiento en contra del defensor de derechos humanos Raymundo Ramos Vázquez así como del personal del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, a fin de que puedan seguir realizando su importante labor.
- Se investiguen a fondo los actos de hostigamiento en contra del defensor Raymundo Ramos Vázquez y del personal que labora en el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo y se sancione a los servidores públicos involucrados (miembros del ejército mexicano).
- Conformar sus acciones a lo dispuesto por los Pactos y Convenciones Internacionales ratificados por México.
Dirija sus llamamientos a:
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